miércoles, 29 de noviembre de 2017

NAVEGANDO EL LAGO TITICACA

Amanece este miércoles en Puno algo nublado y fresquito pero sin lluvia.


Nuestro hotel se encuentra algo lejos del centro pero con esta estupenda vista sobre el lago Titicaca.
Y cuando salimos de desayunar nos encontramos con estas dos llamas pastando tranquilamente en el jardín.


Pero hoy toca navegar por el lago. Así que nos dirigimos al puerto de Puno para embarcar en uno de los numerosos barcos que aguardan a los turistas. 
El plan, además de  surcar sus aguas, es visitar algunas de las numerosas islas existentes.
El Lago Titicaca, que pertenece en un 60% a Perú y un 40% a Bolivia, se encuentra a 3.800 metros sobre el nivel del mar y tiene una extensión de unos 175 kilómetros de largo por 75 de ancho, o sea, más o menos la extensión de Puerto Rico. Hay que aclarar que la pronunciación que solemos utilizar no es correcta: se dice Titijaja y lo escriben con dos kas.


Zarpamos a la hora prevista en dirección a las Islas Uros, las más próximas a la orilla. Se trata una serie de islas flotantes hechas con los juncos de hasta ocho metros de alto que crecen por doquier.
En cada una de las numerosas islas habita una familia de etnia aymará, que apenas hablan español y que viven permitiéndonos visitarles y vendiendo los productos textiles y de artesanía que ellos mismos hacen.


Nos corresponde visitar la isla llamada Kon Tiki. La primera sensación al desembarcar es de un piso muy blando hecho con juncos. Nos reciben con alegría, el guía nos explica cómo se manejan, nos muestran sus trabajos y nos proponen un paseo por el lago en una de sus embarcaciones hacia otra de las islas. 
De vuelta a nuestro barco a motor, reanudamos la navegación hacia la otra isla que visitaremos, esta ya en pleno centro del lago. Durante la travesía parece que levanta el día hasta quedar una mañana espléndida.
Desembarcamos pues en la isla Taquile que "solamente" tiene el inconveniente de que debemos superar andando un desnivel superior a los 250 metros para alcanzar los más de 4.000 donde se encuentra la plaza mayor de este núcleo en el que habitan unos 3.000 quechuas, totalmente autónomos en su isla.


Mientras recuperamos el resuello hacemos unos inesperados amiguitos con los que compartimos unas chocolatinas.
Tras conseguir superar la escalada nos detenemos a comer en un mirador con unas vistas impresionantes y después regreso a Puno.


1 comentario:

  1. Hola Mariví y Rafa , después de coincidir con vosotros un par de jornadas en vuestra búsqueda del dorado y de compartir algunas risas,comidas y canciones setenteras y al ver que en el lago con su inmensidad que se haría complicado nuestro encuentro el día de hoy ,estaba esperando a este momento de relax para husmear en vuestra " aventura" para comprobar y en cierta manera revivir la experiencia que hemos tenido nosotros en el lago Titikaka ( buen apunte el de la pronunciación ;) ).
    La verdad es que hoy ,al igual q los días anteriores se asemeja todo a la forma en que yo estoy viviendo esto,así, con las palabras elegidas con fidelidad a los hechos y con cariño.
    Espero encontraros camino a Cuzco ya que ha sido enriquecedor para mi escuchar vuestras vivencias ,las cotidianas y las de vuestros viajes,al menos, por si el dorado no lo encontramos a la vez, siempre quedará este blog que agradezco q hayáis compartido con nosotros.Además ,vuestra cámara, aunque le dé un poco de guerra a Rafa, hace mejores fotos que mi teléfono jeje.

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